Vinagre y rosas

Llegó Sant Jordi, la fiesta más especial para los enamorados catalanes, y decidí que el mejor regalo que le podía hacer a mi amorcito era invitarlo al concierto del Sabina. Un regalo con éxito asegurado aunque con disfrute después de unos meses.

Pasó la primavera, el verano y llegó el otoño, y con él la esperada gira; por fin íbamos a poder disfrutar del concierto más esperado del año!

Pero no, el pobre Sabina se vio contagiado de la mala suerte que nos acompaña a mi amorcito y a mi (que síiiii, que ya sé que a perro flaco todos son pulgas, pero es que nosotros nos las hemos llevado todas!) y tuvo la mala pata de lesionarse justo cuando iba a venir a Barcelona, así que se canceló el concierto.

Este jueves, si no pasa nada (que no lo tengo yo tan claro), y después de 6 meses de tener la entrada, podremos tener nuestra cita con aquél que tantas veces ha puesto letra y música a nuestras historietas de amor y desamor, de felicidad y tristeza, de esperanzas de futuro y de nostalgias. En definitiva, de vinagre y rosas…

Esta canción no es de su último disco, pero es mi preferida, por quien me la dedicó, por el momento en el que lo hizo y por lo mucho que significó para mí.

 

Espero poder escucharla en directo, porque seguro será la más especial!